Por Laura Moheyer
Fotos de Pepe Sosa

México el Ombligo de la Luna, demuestra en un espectáculo multidisciplinario, lo que fue, es y será la grandeza de un país que siempre ha salido adelante a pesar de las adversidades.

Según la tradición, la palabra México proviene de tres voces del idioma náhuatl: metztli, que significa luna; xictli, ombligo o centro; co, lugar. Denotando en sentido metafórico que México es el Ombligo de la Luna, el Templo Mayor de Tenochtitlan era el corazón del recinto sagrado de la capital del imperio mexica. El edificio más importante del recinto sagrado, pues estaba dedicado a sus dos deidades principales: Tláloc, el Dios del Agua, y Huitzilopochtli, la Diosa de la Guerra.
El espectáculo que presentó sus 100 Representaciones, en el Teatro de la Ciudad de México, es un homenaje a toda esa historia de guerreros incansables que lucharon contra los españoles en la conquista, tratando de defender sus tierras, mujeres y niños, un población incansable e inmortal que se edifico en el Ombligo de la Luna, pues como ellos decían, “en tanto permanezca el mundo, no acabará la fama y la gloria de México-Tenochtitlán”.

Una excelente puesta en escena que nos invita a hacer un recorrido a través de la historia en un espectáculo que muestra la cosmovisión de la mexicanidad a través de la actuación, canto en lenguas originarias, danza prehispánicas y regionales de diferentes localidades de nuestro país. Iniciando con la conquista, las grandes luchas que tuvieron los tres últimos Tlatoanis Aztecas, Moctezuma II, Cuitláhuac y Cuauhtémoc, acrecentados por la rebelión del pueblo tenochca, la epidemia de varicela y el asedio de los invasores españoles.

Esta puesta en escena da una rápida semblanza de la rebelión social para llegar a la Independencia, dando como resultado un nuevo país, naciendo una nación libre y soberana, con el apoyo de José María Morelos, quien junto con Miguel Hidalgo participaron en el levantamiento armado de 1810 En esta lucha, Morelos fue el encargado de convocar al Primer Congreso Independiente en Chilpancingo; debido a esto nació la Constitución de 1814 (de Apatzingán), en la que se declaraba por vez primera la Independencia de México.
Finalmente, y para revestir este espectáculo, “México el Ombligo de la Luna” se viste de alegría mostrando los diferentes bailes regionales que hay en nuestra hermosa República Mexicana. Para terminar el show con música, bailes y algarabía de este nuestro gran país.

Para celebrar las 100 Representaciones y develar la placa alusiva de esta puesta en escena, se dieron cita en el Teatro de la Ciudad, diferentes personalidades del mundo de espectáculo, (Carlos Benavides, José Luis Cordero “Pocholo” y José Luis Duval, entre otros), representantes del INBAL, CANACO, Secretaria de Cultura, Comunidad Triqui, Comunidad Zapoteca, Empresarios de Arte y Cultura, Embajadores, familiares del gran Emperador Moctezuma, quienes develaron con gran orgullo la placa conmemorativa.

Enhorabuena, una obra que vale la pena disfrutar durante casi 3 horas de espectáculo en él escenario.
