Por Laura Moheyer

Enclavado en el hermoso pueblo mágico de Tequisquiapan, el restaurante Cilantro y Perejil, celebró el Día de Reyes con una experiencia única que combinó exquisita gastronomía internacional, vinos de los viñedos Freixenet, y el encanto de una de las regiones más icónicas de México.

El pasado 6 de enero, Cilantro y Perejil, ofreció un maridaje diseñado para resaltar los sabores de la cocina internacional, cerrando con la tradicional rosca de reyes en un ambiente que honró las costumbres mexicanas. Como parte de la experiencia, los viñedos Freixenet ofrecieron una cata guiada que exploró los matices de los vinos locales, enriqueciendo la experiencia y destacando la riqueza vinícola de la región. Este recorrido refuerza a Tequisquiapan como un destino clave en la enocultura en México.

Este restaurante brinda a sus comensales un alto nivel en gastronomía que se mezcla con los toques sutiles de la comida regional, la tabla de quesos y chistorra a las brasas, fue el plato inicial en esta degustación, maridados con un vino blanco fresco que potenció cada sabor. Siguiendo con una sopa clásica de tortilla y una crema de almejas, prepararon el terreno para los platos principales: enchiladas queretanas, salmón en salsa de romero, New York en salsa de ajo y una mariscada aromatizada con un vino tinto Marcelan, ofreciendo una armonía perfecta entre cocina y vino. El gran cierre llegó con una selección de postres, entre ellos un brownie, un crujiente de manzana y no podía faltar la tradicional rosca de reyes, un homenaje a la fecha especial.

En colaboración con la Dirección de Turismo de Tequisquiapan, el evento formó parte de la clausura de la primera villa navideña de la región, que durante semanas atrajo a visitantes con su ambiente festivo, nevadas artificiales y espectáculo de luz y música. Sin embargo, el protagonismo recayó en Cilantro y Perejil, un espacio que ha sabido convertirse en un referente por su compromiso con la calidad y la cocina internacional con especialidad en cortes a la parrilla.

“Estamos comprometidos a posicionar a Tequisquiapan como un destino cálido y vibrante, donde la cultura y la gastronomía se encuentran para crear momentos inolvidables” afirmó Katherine Arteaga Mejía, Coordinadora de Promoción Turística de Tequisquiapan. 

Por su parte, Virginia Elguea, propietaria de Cilantro y Perejil comentó: “Buscamos que cada visita a nuestro restaurante sea un viaje sensorial que conecte a nuestros comensales con las tradiciones y sabores del Mundo”.

Con esta iniciativa, Cilantro y Perejil impulsa la riqueza cultural de Tequisquiapan, reafirmando su papel como embajador de la gastronomía y cultura nacional e internacional, ofreciendo experiencias únicas en uno de los destinos más encantadores del país.

Enhorabuena.